La doble apuesta de Huawei: audio de calidad para las masas con los FreeBuds 4i y una nueva era en IA para reducir la dependencia de Nvidia
Huawei se reinventa: del bache móvil al auge en audio
Huawei, que francamente no atraviesa su mejor momento en el mercado de los smartphones, ha encontrado un salvavidas y una nueva veta de crecimiento en los wearables. El audio, en particular, se ha vuelto uno de sus pilares fundamentales. Ya nos habían sorprendido gratamente con los FreeBuds Pro, que siguen siendo de lo mejorcito en el mercado TWS, pero hoy toca analizar a sus hermanos menores: los FreeBuds 4i. Este modelo, lanzado hace unas semanas en China, llega para mejorar la fórmula de los 3i y posicionarse fuerte en la gama media, demostrando que no se necesita gastar una fortuna para tener buen sonido y cancelación de ruido.
Diseño: comodidad que sorprende, pero sin resistencia al agua
Siendo bien directos, los Huawei FreeBuds 4i son súper cómodos. Son de esos audífonos que casi ni sientes que traes puestos, permitiendo usarlos por horas sin que te calen. Aunque son un poquitín más grandes que los FreeBuds Pro, siguen siendo discretos y se fijan muy bien a la oreja gracias a las almohadillas de silicona. Aquí vale la pena tomarse unos minutos para probar los tres tamaños que vienen en la caja; esto no solo mejora la ergonomía, sino también la cancelación de ruido pasiva. Están hechos de plástico con un acabado glossy (brilloso), que aunque aguanta las huellas mejor que otros, inevitablemente se van a marcar. Lástima que Huawei se olvidó esta vez de la resistencia al agua.
Estuche y autonomía: batería espectacular y un pequeño inconveniente
El estuche de carga es notablemente más compacto y redondeado que el de los Pro. Cabe perfecto en la bolsa del pantalón sin molestar. Tenemos un puerto USB tipo C (nada de carga inalámbrica) y un cierre magnético que se siente seguro. El único pero que le encontramos, similar al de los Pro, es que sacar los audífonos del estuche cuesta un poco de trabajo; hay que agarrarles el truco. Más allá de eso, la batería es donde brillan: hasta 10 horas de autonomía en los audífonos (55 mAh) y 22 horas con el estuche (215 mAh), cifras espectaculares para la gama media. Cuentan con cancelación de ruido activa (ANC), Bluetooth 5.2, diafragma de 10 mm y controles gestuales.
La estrategia de fondo: el software como arma en la guerra tecnológica
Esta apuesta por los wearables y la integración (la mejor experiencia de conexión se obtiene, claro, si tienes un celular Huawei) es solo una cara de la moneda. Mientras la compañía diversifica su portafolio de consumo para sortear las dificultades en el sector móvil, en paralelo está librando una batalla mucho más compleja en el terreno de la infraestructura y la inteligencia artificial, buscando compensar con ingenio de software las carencias de hardware.
La nueva infraestructura de IA para exprimir los GPUs
El gigante tecnológico chino está por presentar una nueva tecnología de infraestructura de IA, según reportes del Shanghai Securities News. La promesa es grande: duplicar la eficiencia de utilización de las unidades de procesamiento gráfico (GPU) y las unidades de procesamiento neuronal (NPU). Actualmente, el aprovechamiento de estos chips ronda apenas el 30 o 40 por ciento; la nueva solución de Huawei buscaría elevar esa cifra hasta un impresionante 70 por ciento. Esto representa un avance clave en la estrategia de “usar mejoras de software para compensar las carencias de hardware”. Lo interesante es que esta tecnología permitiría una “gestión unificada” de recursos de cómputo, ya sean de la propia Huawei (Ascend), de Nvidia o de terceros.
Reduciendo la dependencia y apostando por el clúster
Si se confirma, esta tecnología podría impulsar fuertemente las ventas de los propios chips de IA Ascend de Huawei en China, y más importante aún, reducir la dependencia del país de los chips de Nvidia. El enfoque se alinea con la visión del fundador Ren Zhengfei de apoyarse en algoritmos, software y tecnologías de clúster para superar las desventajas de China en el hardware de chips individuales. De hecho, Huawei ya está promoviendo su CloudMatrix 384, un sistema de cómputo a ultra gran escala que agrupa chips Ascend para manejar las pesadas cargas de trabajo de IA en los centros de datos.
Innovación y autosuficiencia: la millonaria inversión en I+D
La compañía no está jugando. Recientemente delineó una hoja de ruta de tres años para su serie Ascend (incluyendo los próximos 950PR/DT, 960 y 970) y su sistema de clúster a gran escala. Este sistema de cómputo de ultra gran escala encabezó, de hecho, la lista de sus 10 principales inventos del bienio. Todo esto está respaldado por una inversión brutal en investigación y desarrollo: 179.7 mil millones de yuanes (unos 25.2 mil millones de dólares) solo en 2024, lo que equivale a casi el 21% de sus ingresos totales. Paralelamente, socios como SiCarrier están lanzando docenas de productos para la cadena de suministro de semiconductores, en una clara señal del empuje de China por la autosuficiencia tecnológica.